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jmaznar

Belén

Belén Hoy agarré a Ana y nos fuimos a pasear por los puestecillos navideños. Nos disfrazamos de chiítas ateos para no ser reconocidos. Es un placer poder caminar tranquilamente y respirar el aire fresco del invierno.

He pensado que, finalmente, sí montaré el belén. Le dí muchas vueltas. Ahora no tenemos niños en casa y se me hacía muy cuesta arriba. Pero lo haré igualmente. Creo que Ana y yo nos lo merecemos. Será el más bonito que haya visto nunca. El caso es que encontré unas figuritas de marines que apuntaban con sus rifles al niño Jesús. Y otras con fedayines acribillados a balazos. Y otra de espías en la cuneta del Camino de Santiago, reventados a tiros y pisoteados por una multitud.

De este belén nos acordaremos todos. Llevará la paz a todos los hogares españoles amenazados. Todos corremos peligro. También nuestro modo de vida. ¿Aquél de la chilaba será Acebes?. Le dije que no se pusiese barba. Me estoy poniendo nervioso. Será mejor largarse a casa.

- Ana, recoge las figuritas y vámonos.

1 comentario

Amanda -

Juas, pon los féretros de los espías en el río, qe los vaya llevando hacia el limbo de los niños buenos.
Tantas muertes ya en tu conciencia que ni sé cómo puedes dormir hijo de tu madre!