No estoy para nadie
Cuando me concentro leyendo documentos ministeriales no estoy para nadie. Estos textos oficiales no provocan ninguna satisfacción a un alma inquieta como la mía, pero el deber es lo primero. Solo me interrumpo, a mí mismo, para enlazar con los partes televisivos de A3 o TVE, los únicos que mantienen un rigor profesional. Es muy útil estar informado pero lo es más estarlo adecuadamente. Un líder europeo -mundial, en realidad- necesita estar al día minuto a minuto...minuto...a minuto...estar al día...minuto...a...minuto...
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