Programa de la Conferencia de Donantes
10.30 horas. Tras las actuaciones del Tablao Flamenco "Las Marismas sin Agua", se degustan ibéricos, chocos y pescaítos fritos, empieza la sesión sobre "Estado de Derecho: llevar las instituciones a Iraq, o parte de ellas".
13.30 horas. Almuerzo de trabajo. Para los que hayan terminado sus tareas, almuerzo simplemente. Se aprovecharán los restos del desayuno. También se repartirán dosis generosas de fabada asturiana, habas a la catalana y lacon con grelos, permitiendo iniciar sólidamente los debates en torno a los sectores primario y secundario; infraestructuras, vivienda y lo que les queda de salud a los iraquíes. Se recibirá la visita de un miembro de la guerrilla que destruirá ante todos los presentes un oleoducto de doscientos metros de largo. La actuación de un grupo de coristas iraníes exiliadas, que actuarán completamente desnudas mostrando el triángulo suní y cobrando un huevo, dará paso a una conferencia bastante corta de Ana Palacio sobre las entidades empresariales y la imagen corporativa, haciendo especial hincapié en la suya propia.
Para finalizar la primera jornada, los asistentes escucharán la intervención de un representante del Consejo de Gobierno de Iraq, escogido al azar por Colin Powell. Se trata de un amigo suyo de cuando ambos perseguían japonesas -por decir algo- en Filipinas. La compañía de zapadores de la que formaban parte se encontraba de gira por el Pacífico después de abandonar Chile y Argentina con un éxito clamoroso. Powell adquirió allí el tono ennegrecido que tantas satisfacciones le ha causado.
19.00 horas. Se clausura la conferencia con la actuación de un tanque Bradley que realizará evoluciones disfrazado
de bailarina clásica, con coreografías que imitan a Duato en su mejor momento. Un soldado estadounidense -primo de Rumsfield y residente en Wisconsin- leerá una poesía en árabe, traducida simultáneamente al árabe, que será transmitida íntegramente por TVE-1 para todo el público árabe de España, en lo ya viene siendo un índicativo habitual de la imperecedera amistad hispano-árabe, que tantos éxitos diplomáticos nos ha regalado en el último cuarto y cien gramos de siglo. Árabe. Y son seis.
21.horas. Se anulan los disfraces del baile de disfraces. Cada uno va con lo puesto.
13.30 horas. Almuerzo de trabajo. Para los que hayan terminado sus tareas, almuerzo simplemente. Se aprovecharán los restos del desayuno. También se repartirán dosis generosas de fabada asturiana, habas a la catalana y lacon con grelos, permitiendo iniciar sólidamente los debates en torno a los sectores primario y secundario; infraestructuras, vivienda y lo que les queda de salud a los iraquíes. Se recibirá la visita de un miembro de la guerrilla que destruirá ante todos los presentes un oleoducto de doscientos metros de largo. La actuación de un grupo de coristas iraníes exiliadas, que actuarán completamente desnudas mostrando el triángulo suní y cobrando un huevo, dará paso a una conferencia bastante corta de Ana Palacio sobre las entidades empresariales y la imagen corporativa, haciendo especial hincapié en la suya propia.
Para finalizar la primera jornada, los asistentes escucharán la intervención de un representante del Consejo de Gobierno de Iraq, escogido al azar por Colin Powell. Se trata de un amigo suyo de cuando ambos perseguían japonesas -por decir algo- en Filipinas. La compañía de zapadores de la que formaban parte se encontraba de gira por el Pacífico después de abandonar Chile y Argentina con un éxito clamoroso. Powell adquirió allí el tono ennegrecido que tantas satisfacciones le ha causado.
19.00 horas. Se clausura la conferencia con la actuación de un tanque Bradley que realizará evoluciones disfrazado
de bailarina clásica, con coreografías que imitan a Duato en su mejor momento. Un soldado estadounidense -primo de Rumsfield y residente en Wisconsin- leerá una poesía en árabe, traducida simultáneamente al árabe, que será transmitida íntegramente por TVE-1 para todo el público árabe de España, en lo ya viene siendo un índicativo habitual de la imperecedera amistad hispano-árabe, que tantos éxitos diplomáticos nos ha regalado en el último cuarto y cien gramos de siglo. Árabe. Y son seis.
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