Yo soy
Algo cansado por las charlas magistrales en Georgetown. No es moco de pavo: un gran trabajo preparatorio (documentación, estudio, análisis, síntesis) y agotadoras sesiones de debate con los alumnos y participantes ocasionales. Ha sido gratificante descubrirme en esta nueva faceta de magisterio redentor. No es que me considere apóstol al estilo izquierdista (y estalinista) sino que pienso que es bueno que dedique mi tiempo a la enseñanza y el didactismo.
Yo soy José María Aznar. Soy ex-Presidente, estadista en activo, dispuesto a entregar mi vida y patrimonio en la lucha contra el terrorismo y cualquier actitud que cuestione los valores que Occidente encarna. La libertad individual es nuestro bien más preciado. Y el terrorismo es su principal enemigo.
Ya dije en este mismo espacio, y de eso hace mucho tiempo, que el terrorismo sin mí no sería nada. Una mera articulación de una violencia primitiva condenada al fracaso. Yo lo elevé a las más altas cotas de relevancia y estrategia. Yo y mis amigos Bush y Blair. Como sabeis, circustancias especiales obligaron a desalojar por la fuerza al partido que represento en la dirección del crisol de culturas que es España.
Pero más bien pronto que tarde, resurgiendo de la ceniza y el polvo asexual, volveremos. Para encarnar la misión histórica que Dios (el Papa en paz descanse, junto a la Virgen de Czestochowa, negra y mulata como el carbón) nos encomendó a unos pocos visionarios, hombres de fé y honor.
Junto a mí, mi fiel esposa, Ana Botella, inseparable y sensata como pocas;Acebes, secretario eficaz, algo cabezón y previsible;Rajoy, líder natural aunque propenso al travestismo político. Un equipo poderoso, intelectualmente preparado.
Y al frente, YO. Nunca rehuiré de mis responsabilidades, como ellas no pudieron hacerlo de mí. Unidos, indisolubles, maleables,... volobubles, dispuestos a llenar de espino y metralla la tumba de los terroristas, islamofascistas y enemigos de la libertad.
¿Qué hora es, por cierto?.
Yo soy José María Aznar. Soy ex-Presidente, estadista en activo, dispuesto a entregar mi vida y patrimonio en la lucha contra el terrorismo y cualquier actitud que cuestione los valores que Occidente encarna. La libertad individual es nuestro bien más preciado. Y el terrorismo es su principal enemigo.
Ya dije en este mismo espacio, y de eso hace mucho tiempo, que el terrorismo sin mí no sería nada. Una mera articulación de una violencia primitiva condenada al fracaso. Yo lo elevé a las más altas cotas de relevancia y estrategia. Yo y mis amigos Bush y Blair. Como sabeis, circustancias especiales obligaron a desalojar por la fuerza al partido que represento en la dirección del crisol de culturas que es España.
Pero más bien pronto que tarde, resurgiendo de la ceniza y el polvo asexual, volveremos. Para encarnar la misión histórica que Dios (el Papa en paz descanse, junto a la Virgen de Czestochowa, negra y mulata como el carbón) nos encomendó a unos pocos visionarios, hombres de fé y honor.
Junto a mí, mi fiel esposa, Ana Botella, inseparable y sensata como pocas;Acebes, secretario eficaz, algo cabezón y previsible;Rajoy, líder natural aunque propenso al travestismo político. Un equipo poderoso, intelectualmente preparado.
Y al frente, YO. Nunca rehuiré de mis responsabilidades, como ellas no pudieron hacerlo de mí. Unidos, indisolubles, maleables,... volobubles, dispuestos a llenar de espino y metralla la tumba de los terroristas, islamofascistas y enemigos de la libertad.
¿Qué hora es, por cierto?.
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