Completamente dormido
Ayer me quedé dormido. Tal como os digo. Tenía dos reuniones ministeriales por la mañana. No excesivamente importantes -una reunión con Acebes para hablar de su problema facial y otra con Palacio para reconducir la política exterior sin necesidad de que me llame por teléfono cada media hora. Pero me quedé tieso, como dicen que tengo el semblante. No podía levantarme. Soñé con Guantánamo. Era uno de los presos talibanes y llevaba puesta una caperuza naranja. Los guardianes, soldados norteamericanos, también llevaban capucha, pero iban armados con lanzas y ballestas. Uno se acerca y me amenaza con un machete mientras me agarra el cogote. Dice que me va a matar. Me corta el cuello ligeramente y empieza a salir sangre. De repente, se quita la capucha y resulta ser Acebes, que, riéndose, me grita que es un sueño y que no me pasará nada. Acto seguido me clava el puñal en el corazón y comienzo a hablar en latín, griego y otras lenguas muertas. Es un milagro que saliese vivo de ese sueño. Tanto como el Acueducto de los Milagros.
2 comentarios
jcdenton -
Nada como no soñar con el Eurofighter o la pasta que se derrocha en defensa... ¡así cualquiera puede ser presidente!
un saludo cordial Mister President!
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Amanda -
Con razón te he visto tan lozano como una lechuguita hoy, tanto dormir...